La cantidad de luz que refleja un planeta depende de varios factores, incluido el tamaño del planeta, la composición de la superficie y la atmósfera. Los planetas más grandes reflejan más luz que los más pequeños y los planetas con superficies más brillantes reflejan más luz que los planetas con superficies más oscuras. Los planetas con atmósfera también tienden a reflejar más luz que los planetas sin atmósfera.
La distancia entre un planeta y la Tierra también afecta la visibilidad del planeta. Los planetas que están más cerca de la Tierra son más fáciles de ver que los planetas que están más lejos. Esto se debe a que la luz de un planeta más cercano tiene menos distancia que recorrer, por lo que es menos probable que sea absorbida o dispersada por el polvo y el gas en el espacio.
Finalmente, la hora del día y las condiciones climáticas también pueden afectar la visibilidad de un planeta. Los planetas son más fáciles de ver de noche, cuando hay menos luz del Sol que interfiere con la luz reflejada de los planetas. Los planetas también son más fáciles de ver cuando el cielo está despejado, ya que las nubes pueden bloquear la luz de los planetas.