- Absorción de Radiación: A medida que sale el sol, su radiación de onda corta, incluida la luz visible y la radiación infrarroja, penetra en la niebla. Las gotas de niebla absorben esta radiación y la convierten en energía térmica.
- Calefacción y Evaporación: El aumento de temperatura provoca la evaporación de las gotas de agua dentro de la niebla. A medida que las gotas de agua absorben calor, ganan energía cinética, rompiendo los enlaces débiles que las mantienen unidas. Esto hace que las gotas individuales se transformen en vapor de agua.
- Masa de aire ascendente: El efecto de calentamiento de la luz solar también crea una masa de aire más cálida cerca del suelo. Este aire más cálido tiene una densidad menor que el aire más frío circundante, lo que hace que se eleve. A medida que el aire cálido y cargado de humedad se eleva, encuentra una presión atmosférica decreciente en altitudes más altas. Esta disminución de presión permite una mayor expansión del aire, favoreciendo la evaporación.
- Dispersión y Aclareo: A medida que las gotas de niebla se evaporan, la densidad y la visibilidad de la niebla disminuyen gradualmente. El banco de niebla, que alguna vez fue denso, comienza a diluirse, revelando objetos a una distancia que antes estaban oscurecidos.
- Compensación variable: El proceso de disipación de la niebla puede variar en velocidad e integridad. Algunas capas de niebla pueden disiparse por completo en unos pocos minutos u horas, mientras que otras pueden tardar más en desaparecer, dependiendo de factores como la temperatura, la humedad, la velocidad del viento y el espesor de la capa de niebla inicial.
En resumen, después del amanecer, la creciente radiación solar calienta las gotas de niebla, provocando su evaporación. Este efecto de calentamiento crea aire más cálido y flotante que se eleva y dispersa la niebla, lo que resulta en una mejor visibilidad y cielos despejados.