El sol no es la causa directa del viento, aunque sí desempeña un papel indirecto. Por ejemplo, el calentamiento desigual de la superficie de la Tierra por el sol conduce a la formación de patrones de viento globales. Por otro lado, ciertos tipos de viento, como la brisa marina, también son consecuencia directa de las diferencias de temperatura.
A menor escala, obstáculos como montañas y edificios también pueden afectar los vientos locales sin la participación directa del sol. Por lo tanto, aunque el sol juega un papel indirecto en algunos tipos de viento, todavía habría viento sin el sol.