La luna ejerce una fuerza gravitacional sobre la Tierra, lo que provoca las mareas. La fuerza gravitacional de la luna atrae el agua de los océanos, haciendo que se abulte hacia la luna. Este abultamiento de agua se llama marea alta. En el lado opuesto de la Tierra, el agua también sobresale, alejándose de la Luna. Esta también es una marea alta. Entre estas dos mareas altas, hay dos mareas bajas. Las mareas bajas se producen cuando el nivel del agua está en su punto más bajo.