1. Fase de Secuencia Principal:
Las estrellas comienzan su vida en la secuencia principal, una fase en la que fusionan hidrógeno en helio en sus núcleos. Durante esta fase, la estrella mantiene un equilibrio estable entre el colapso gravitacional y la presión hacia afuera generada por la fusión nuclear.
2. Agotamiento del Hidrógeno:
A medida que una estrella continúa quemando hidrógeno en su núcleo, eventualmente agota su suministro de hidrógeno. Esto marca el final de la fase de la secuencia principal.
3. Expansión y Enfriamiento:
Una vez que se agota el hidrógeno del núcleo, la estrella ya no puede mantener el mismo nivel de fusión nuclear. Como resultado, el núcleo se contrae y se calienta, lo que hace que las capas exteriores de la estrella se expandan y enfríen.
4. Fase de Gigante Roja:
La estrella entra ahora en la fase de gigante roja. Durante esta fase, tiene un radio relativamente grande, una temperatura superficial fría (lo que le da un aspecto rojizo) y un aspecto luminoso.
5. Colapso del núcleo:
Mientras las capas exteriores de la estrella se expanden, el núcleo continúa contrayéndose y calentándose. Este aumento de temperatura y presión eventualmente conduce a la ignición de la fusión de helio en el núcleo.
6. Fase de Supergigante Roja (para estrellas masivas):
Para las estrellas masivas, el proceso de fusión de helio puede conducir a una mayor expansión de las capas externas de la estrella, lo que hace que la estrella se convierta en una supergigante roja. Las supergigantes rojas son incluso más grandes y luminosas que las gigantes rojas.
7. Supernova o Nebulosa Planetaria:
El destino de la estrella después de la fase de gigante roja o supergigante roja depende de su masa. Las estrellas masivas pueden sufrir una supernova, donde el núcleo colapsa y explota, expulsando grandes cantidades de material al espacio. Las estrellas de masa baja a intermedia, por otro lado, pueden desprenderse de sus capas externas para formar una nebulosa planetaria, revelando el núcleo caliente, conocido como enana blanca.
Entonces, en resumen, una estrella se convierte en gigante cuando agota su combustible de hidrógeno en el núcleo, lo que provoca un cambio en su estructura interna, una expansión de sus capas externas y una disminución de la temperatura de la superficie.