Un día marciano, o sol, es un poco más largo que un día terrestre y dura 24 horas, 39 minutos y 35 segundos. Un año marciano, por otro lado, dura casi el doble que un año terrestre y abarca 686,98 días terrestres. Esta diferencia significativa en la duración de sus respectivos años y días se debe principalmente a las diferencias en los períodos rotacionales y orbitales de Marte y la Tierra.