Es difícil decir cuánto más grande es la Vía Láctea en comparación con una nebulosa, ya que las nebulosas pueden variar mucho en tamaño. Algunas nebulosas, como la Nebulosa de Orión, son relativamente pequeñas y tienen sólo unos pocos años luz de diámetro. Otras, como la nebulosa Sagitario B2, son mucho más grandes y pueden tener cientos de años luz de diámetro. La Vía Láctea, por otro lado, tiene unos 100.000 años luz de diámetro. Entonces, si bien algunas nebulosas pueden ser más grandes que la Vía Láctea, la mayoría son más pequeñas.