Los gigantes gaseosos son planetas que están compuestos principalmente de hidrógeno y helio. Son mucho más grandes que los planetas terrestres y tienen una atracción gravitacional mucho más fuerte. Esto les permite retener más lunas. De hecho, algunos gigantes gaseosos tienen cientos de lunas. Júpiter, por ejemplo, tiene 79 lunas conocidas. Saturno tiene 62 lunas conocidas. Urano tiene 27 lunas conocidas. Y Neptuno tiene 14 lunas conocidas.
Los planetas terrestres, por otro lado, son planetas que están compuestos mayoritariamente de roca y metal. Son mucho más pequeños que los gigantes gaseosos y tienen una atracción gravitacional mucho más débil. Esto significa que sólo pueden retener unas pocas lunas. La Tierra, por ejemplo, sólo tiene una luna. Venus y Mercurio no tienen lunas. Y Marte tiene dos lunas.