Nubes :Las nubes son la causa más común de cambios en el color del cielo. Cuando las nubes son espesas y densas, pueden bloquear la luz del sol y hacer que el cielo parezca gris u oscuro.
Condiciones climáticas :Ciertas condiciones climáticas, como lluvia, nieve o niebla intensa, también pueden hacer que el cielo parezca gris o negro. Esto se debe a que estas condiciones pueden dispersar o absorber la luz solar, impidiendo que llegue al suelo.
Contaminación del aire :La contaminación del aire también puede contribuir a que el cielo se vuelva gris o negro. Cuando hay altos niveles de contaminantes en el aire, pueden dispersar la luz del sol y hacer que el cielo parezca brumoso u oscuro.
Erupciones volcánicas :Las erupciones volcánicas pueden liberar grandes cantidades de cenizas y polvo a la atmósfera, lo que puede provocar que el cielo se vuelva gris o negro. Estas partículas pueden permanecer en la atmósfera durante largos periodos de tiempo e incluso pueden viajar alrededor del mundo.
Humo :El humo de los incendios forestales, las actividades industriales u otras fuentes también pueden hacer que el cielo se vuelva gris o negro. Las partículas de humo pueden dispersar la luz del sol y bloquearla, haciendo que el cielo parezca más oscuro.