Si un agujero negro tiene una masa similar a la de una estrella, puede formar un disco de acreción, una estructura de gas y materia que gira alrededor del agujero negro debido a la gravedad del mismo. Dentro de este disco de acreción, los planetas pueden formarse de forma similar a como se forman los planetas en los sistemas estelares.
Las fuerzas gravitacionales ejercidas por un agujero negro son similares a las de una estrella, y las leyes de la física que gobiernan el movimiento de los planetas alrededor de un objeto central se aplican por igual tanto a las estrellas como a los agujeros negros. Por lo tanto, los planetas pueden orbitar alrededor de agujeros negros de manera estable, al igual que orbitan alrededor de estrellas.
Sin embargo, es esencial señalar que las condiciones extremas cercanas a un agujero negro, como intensas fuerzas gravitacionales y posibles interrupciones de procesos de alta energía, podrían afectar la estabilidad y las características de los planetas que orbitan el agujero negro.