La corona está compuesto de gas enrarecido extremadamente caliente y es la fuente del viento solar, una corriente de partículas cargadas que fluye continuamente hacia afuera desde el Sol.
La corona se divide en dos regiones :
- La corona inferior, que es más densa y fría, y
- La corona exterior, que es menos densa y más caliente.
La corona se calienta a temperaturas de más de 1 millón de grados Celsius, lo que la hace mucho más caliente que la superficie del Sol.
La atmósfera solar está en constante movimiento, con enormes tormentas magnéticas y erupciones solares que se producen periódicamente. Estos eventos pueden interrumpir las comunicaciones por radio y las redes eléctricas en la Tierra y representar un riesgo para los astronautas en el espacio.