En marzo, la Tierra se coloca en su órbita de modo que la constelación de Orión sea visible en el cielo nocturno. Orión es una de las constelaciones más brillantes y reconocibles y contiene varias estrellas brillantes, incluidas Betelgeuse, Rigel y Saiph.
En septiembre, la Tierra se movió en su órbita de modo que la constelación de Orión ya no es visible en el cielo nocturno. En cambio, la constelación de Pegaso es visible en el cielo nocturno. Pegaso es otra constelación brillante y reconocible, y contiene varias estrellas brillantes, incluidas Markab, Scheat y Alpheratz.
Entonces, si bien algunas estrellas pueden no ser visibles en marzo pero sí en septiembre, no es porque las estrellas se hayan movido o desaparecido. Esto se debe a que la órbita de la Tierra alrededor del Sol ha cambiado la perspectiva desde la que vemos el cielo nocturno.