Factores naturales:
1. Radiación terrestre:Los elementos radiactivos naturales presentes en la corteza terrestre, como el uranio, el torio y el potasio, contribuyen a la radiación de fondo. La concentración de estos elementos varía en diferentes ubicaciones geográficas, lo que da lugar a diferentes niveles de radiación de fondo. Las áreas con mayores concentraciones de estos elementos radiactivos tienen niveles de radiación de fondo más altos.
2. Radiación Cósmica:Esta radiación de alta energía se origina en el espacio, principalmente desde fuera de nuestro sistema solar. La radiación cósmica es más intensa a mayores altitudes porque la atmósfera de la Tierra proporciona cierta protección contra ella. Al nivel del mar, la radiación cósmica aporta aproximadamente el 28% de la radiación natural de fondo, pero este porcentaje aumenta a mayores altitudes.
3. Gas radón:El radón es un gas radiactivo producto de la desintegración del uranio. Puede filtrarse en casas, edificios y espacios subterráneos desde el suelo o lecho de roca circundante, lo que genera niveles elevados de radiación. Las concentraciones de radón varían según las condiciones geológicas y pueden contribuir significativamente a la radiación de fondo local en algunas áreas.
Factores provocados por el hombre:
4. Minería y procesamiento de materiales radiactivos:actividades como la extracción de uranio, las plantas de energía nuclear y los sitios de eliminación de desechos pueden liberar materiales radiactivos al medio ambiente, lo que afecta los niveles de radiación de fondo en las áreas cercanas.
5. Aplicaciones médicas e industriales:algunos procedimientos médicos, como los rayos X y la medicina nuclear, implican el uso de materiales radiactivos. Además, las instalaciones industriales que utilizan fuentes de radiación, como radiografías o medidores, pueden contribuir a aumentos localizados de la radiación de fondo.
6. Lluvia radiactiva de los ensayos nucleares:Las pruebas de armas nucleares realizadas en el pasado han dado lugar a una lluvia radiactiva que se ha extendido por amplias zonas, aumentando los niveles de radiación de fondo en esas regiones. Este efecto es más pronunciado en áreas más cercanas a sitios históricos de pruebas nucleares.
Es importante tener en cuenta que, si bien los niveles de radiación de fondo pueden variar, se monitorean y regulan continuamente para garantizar la seguridad pública. Las agencias de protección ambiental y los organismos reguladores han establecido estándares de seguridad radiológica para limitar la exposición humana a niveles nocivos de radiación ionizante.