Sí, la corriente en chorro está cambiando. Los estudios han demostrado que, en promedio, la corriente en chorro se está desplazando más al norte en muchas partes del hemisferio norte. Este cambio se ha relacionado con el cambio climático. A medida que aumentan las concentraciones de gases de efecto invernadero, el Ártico se está calentando más rápido que el resto del planeta. Esta diferencia en las tasas de calentamiento crea gradientes de temperatura más fuertes que las diferencias de temperatura entre los trópicos y el Ártico. Los gradientes de temperatura más fuertes producen corrientes en chorro más fuertes.
A medida que la corriente en chorro se desplaza hacia el norte, afecta los patrones climáticos en las regiones debajo de ella. Por ejemplo, en Estados Unidos, el cambio se ha relacionado con fenómenos climáticos más extremos, como olas de calor, sequías y ventiscas en diferentes regiones. El cambio también se ha relacionado con cambios en el rendimiento de los cultivos y la distribución de especies de plantas y animales.