Si bien aún se desconoce la fuente exacta de estos ataques, algunos científicos creen que pueden ser causados por un tipo de arma llamada arma de energía dirigida (DEW). Los DEW utilizan microondas de alta potencia u otras formas de energía electromagnética para dañar o destruir objetivos.
Hay varias formas diferentes en que pueden funcionar los DEW. Un tipo común de ROCÍO es el horno microondas. Los hornos microondas utilizan microondas para calentar los alimentos haciendo que vibren las moléculas de agua de los alimentos. Los DEW pueden utilizar el mismo principio para calentar objetos, pero pueden hacerlo a niveles de potencia mucho más altos. Esto puede hacer que los objetos se sobrecalienten y se incendien.
Otro tipo de DEW es el arma de pulso electromagnético (EMP). Las armas EMP liberan una breve e intensa ráfaga de energía electromagnética. Esta energía puede alterar o dañar dispositivos electrónicos, como computadoras y teléfonos celulares. Las armas EMP también pueden provocar cortes de energía.
Los DEW son un tipo de arma relativamente nuevo y sus efectos potenciales aún se están estudiando. Sin embargo, no hay duda de que pueden resultar muy peligrosos. Si estos ataques son realmente causados por DEW, es importante encontrar una manera de detenerlos antes de que causen más daño.
Estas son algunas de las formas en que se pueden utilizar los DEW para atacar embajadas de EE. UU.:
* Los DEW se pueden utilizar para calentar objetos dentro de la embajada, como muebles, computadoras y equipos electrónicos. Esto puede provocar que los objetos se incendien o funcionen mal.
* Los DEW se pueden utilizar para alterar o dañar dispositivos electrónicos dentro de la embajada, como computadoras, teléfonos celulares y cámaras de seguridad. Esto puede dificultar que el personal de la embajada se comunique y se proteja.
* Los DEW pueden usarse para causar problemas de salud en el personal de la embajada, como dolores de cabeza, náuseas y mareos. En algunos casos, los ataques incluso se han relacionado con daño cerebral.
El uso de DEW contra las embajadas de Estados Unidos es una grave amenaza a la seguridad nacional. Es importante encontrar una manera de detener estos ataques antes de que causen más daño.