Evidencia que respalda el poder de la oración
Algunos estudios han encontrado que las personas que oran regularmente tienen más probabilidades de reportar buena salud y bienestar que aquellos que no oran. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista "Psychosomatic Medicine" encontró que las personas que asistían regularmente a servicios religiosos tenían menos probabilidades de sufrir depresión, ansiedad y estrés que aquellas que no asistían a servicios religiosos. Otro estudio, publicado en la revista "The Lancet", encontró que las personas que oraban por un ser querido que estaba enfermo tenían más probabilidades de ver a esa persona recuperarse que aquellos que no oraban.
Evidencias contra el poder de la oración
Otros estudios no han encontrado evidencia que respalde la idea de que la oración tenga algún poder real. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista "JAMA Internal Medicine" encontró que no había diferencia en la tasa de recuperación entre los pacientes por los que se oraba y los que no. Otro estudio, publicado en la revista "Pediatrics", encontró que los niños por los que se oraba no tenían menos probabilidades de enfermarse que los niños por los que no se oraba.
Conclusión
La evidencia sobre el poder de la oración es contradictoria. Algunos estudios han encontrado que la oración puede tener un efecto positivo en la salud y el bienestar de las personas, mientras que otros estudios no han encontrado tal efecto. En última instancia, la cuestión de si la oración tiene o no poder real es una cuestión de fe y creencia personal.