Uno de los acontecimientos más devastadores en la historia de Angkor fue una grave sequía que se produjo a finales del siglo XIV. Se cree que la sequía provocó pérdidas generalizadas de cosechas, lo que provocó hambrunas y malestar social. Esto, combinado con otros factores como la inestabilidad política y la guerra, contribuyó al declive de Angkor y su eventual abandono.
Otros factores relacionados con el clima que pueden haber contribuido al colapso de Angkor incluyen cambios en los patrones de lluvia, inundaciones y aumento del nivel del mar. Estos factores pueden haber afectado la productividad agrícola, las redes de transporte y la disponibilidad de recursos, dificultando que la civilización sustentara a su gran población.
Si bien el clima jugó un papel importante en el declive de Angkor, es importante señalar que no fue la única causa. Una compleja interacción de factores políticos, económicos, sociales y ambientales condujo al eventual colapso de esta otrora poderosa civilización.