Fuerza esquelética :Las aves tienen huesos huecos, que son livianos pero también más débiles que los huesos sólidos. A medida que aumenta el tamaño de un ave, el peso de su cuerpo se vuelve demasiado para que lo soporten sus huesos.
Poder muscular :Los músculos de las aves deben ser lo suficientemente fuertes para batir las alas y mantener el vuelo. Sin embargo, a medida que aumenta el tamaño de un ave, la masa de sus músculos también aumenta, lo que les dificulta generar la sustentación necesaria.
Sistemas circulatorio y respiratorio :Los sistemas circulatorio y respiratorio de las aves deben ser lo suficientemente eficientes para transportar oxígeno y nutrientes a todas las partes de sus cuerpos. Sin embargo, a medida que aumenta el tamaño de un ave, el volumen de su cuerpo aumenta más rápido que la superficie de sus pulmones y corazón, lo que limita la cantidad de oxígeno y nutrientes que pueden ser entregados.
Necesidades energéticas :Las aves requieren una cantidad significativa de energía para mantener su temperatura corporal y potenciar su vuelo. A medida que aumenta el tamaño de un ave, también aumentan sus necesidades energéticas. Sin embargo, existe un límite en la cantidad de alimento que un ave puede consumir y digerir.
Depredación :Las aves más grandes son más vulnerables a la depredación por parte de depredadores más grandes. Esto se debe a que las aves más grandes tienen menos posibilidades de escapar de los depredadores y es más probable que sean su objetivo.
Nicho ecológico :El nicho ecológico de un ave es el papel que desempeña en su ecosistema. Las aves más grandes a menudo requieren más recursos y tienen nichos ecológicos más amplios, cuyo tamaño puede verse limitado por la disponibilidad de hábitats y fuentes de alimento adecuados.