El objetivo de 1,5°C es un objetivo establecido por el Acuerdo de París para limitar el calentamiento global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales. Se eligió este objetivo porque se cree que limitar el calentamiento a este nivel reduciría significativamente los riesgos y los impactos del cambio climático, en comparación con niveles más altos de calentamiento.
Sin embargo, existe una creciente preocupación de que el objetivo de 1,5 °C sea inalcanzable. Las emisiones de gases de efecto invernadero han seguido aumentando desde que se firmó el Acuerdo de París y no hay señales de que estén desacelerando. Al ritmo actual de emisiones, el mundo está en camino de alcanzar 3 grados Celsius de calentamiento o más para finales de siglo.
Hay una serie de factores que hacen que el objetivo de 1,5°C sea difícil de alcanzar. Uno es la inercia del sistema energético global. El mundo sigue dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles, que emiten grandes cantidades de gases de efecto invernadero. La transición a una economía baja en carbono requerirá importantes inversiones en energía renovable y otras tecnologías limpias.
Otro desafío es la voluntad política para tomar medidas sobre el cambio climático. Muchos países se han comprometido a reducir las emisiones, pero a menudo existe una brecha entre estos compromisos y las políticas reales que se implementan. Además, existe resistencia por parte de algunos países e industrias a tomar medidas sobre el cambio climático, lo que dificulta alcanzar un consenso global sobre la necesidad de acciones ambiciosas.
A pesar de los desafíos, hay algunas razones para creer que el objetivo de 1,5°C todavía es alcanzable. Una es que los costos de la energía renovable y otras tecnologías limpias están disminuyendo rápidamente. Esto hace que sea cada vez más asequible para los países cambiar a fuentes de energía bajas en carbono.
Además, existe un creciente apoyo público a la acción sobre el cambio climático. La gente de todo el mundo es cada vez más consciente de los riesgos del cambio climático y exige que sus gobiernos tomen medidas. Esta presión del público está ayudando a impulsar la acción política sobre el cambio climático.
En última instancia, que el objetivo de 1,5°C sea alcanzable o no dependerá de la voluntad de los países de tomar medidas y realizar las inversiones necesarias. Si los países pueden superar los desafíos y hacer la transición a una economía baja en carbono, el objetivo de 1,5°C todavía está a nuestro alcance. Sin embargo, si los países no actúan, es probable que el mundo experimente impactos climáticos significativamente más severos en el futuro.