Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) ha logrado hacer rebotar fotones polarizados en dos satélites en órbita, demostrando la viabilidad de las comunicaciones cuánticas basadas en el espacio. Este avance podría conducir a nuevas formas de transmitir información de forma segura entre lugares distantes, como entre la Tierra y Marte, o entre dos naves espaciales en el espacio profundo.
Las comunicaciones cuánticas utilizan los principios de la mecánica cuántica para codificar información en las propiedades de los fotones o partículas de luz. Esto permite una comunicación mucho más segura que los métodos tradicionales, ya que es imposible escuchar una comunicación cuántica sin ser detectado.
Uno de los desafíos de las comunicaciones cuánticas es que los fotones son muy frágiles y pueden perderse o corromperse fácilmente. Esto dificulta la transmisión de información cuántica a largas distancias, como entre la Tierra y el espacio.
El equipo del NIST superó este desafío utilizando una técnica llamada teletransportación cuántica. La teletransportación cuántica permite la transferencia de información cuántica de un lugar a otro sin transmitir los propios fotones. Esto se hace entrelazando dos fotones, de modo que el estado de un fotón esté directamente relacionado con el estado del otro. Si luego el primer fotón se envía a una ubicación diferente, el estado del segundo fotón se puede transferir instantáneamente al primer fotón, incluso si están separados por una gran distancia.
En su experimento, el equipo del NIST utilizó dos satélites, la Estación Espacial Internacional (ISS) y el satélite chino Micius, para hacer rebotar fotones polarizados de regreso a la Tierra. El equipo pudo teletransportar con éxito información cuántica entre los dos satélites, demostrando la viabilidad de las comunicaciones cuánticas basadas en el espacio.
Este avance podría conducir a nuevas formas de transmitir información de forma segura entre lugares distantes, como entre la Tierra y Marte, o entre dos naves espaciales en el espacio profundo. También podría usarse para crear una red cuántica global, que permitiría la transmisión segura de información entre dos puntos cualesquiera de la Tierra.
La investigación del equipo del NIST es un gran paso adelante en el desarrollo de las comunicaciones cuánticas basadas en el espacio. Esta tecnología tiene el potencial de revolucionar la forma en que nos comunicamos en el futuro, haciendo posible transmitir información de forma segura a través de grandes distancias.