1. Contaminación de nubes: Tanto las partículas de aerosol como las nubes pueden aparecer como objetos brillantes en las imágenes de satélite, lo que dificulta distinguirlas. Esto puede llevar a una sobreestimación del efecto de los aerosoles sobre el brillo de las nubes.
2. Variabilidad de subpíxeles: Los aerosoles y las nubes pueden variar significativamente en tamaño y densidad dentro de un solo píxel de satélite. Esta variabilidad de subpíxeles puede provocar imprecisiones en la estimación del efecto de los aerosoles sobre el brillo de las nubes.
3. Interacciones no lineales: La interacción entre aerosoles y nubes es compleja y no lineal. Esto significa que el efecto de los aerosoles sobre el brillo de las nubes puede ser difícil de predecir y puede variar según las condiciones específicas de la atmósfera.
4. Limitaciones de los algoritmos de recuperación de satélites: Los algoritmos utilizados para recuperar las propiedades de los aerosoles y las nubes a partir de datos satelitales tienen incertidumbres inherentes. Estas incertidumbres pueden afectar la precisión de las estimaciones del efecto de los aerosoles sobre el brillo de las nubes.
5. Falta de mediciones in situ: Los datos satelitales proporcionan una visión global de los aerosoles y las nubes, pero carecen de la información detallada que se puede obtener a partir de mediciones in situ. Esto puede dificultar la validación de estimaciones basadas en satélites del efecto de los aerosoles sobre el brillo de las nubes.
A pesar de estas limitaciones, los datos satelitales proporcionan información valiosa para estudiar la interacción aerosol-nube. Combinando datos satelitales con mediciones in situ y simulaciones de modelos, los científicos están trabajando para mejorar la precisión de las estimaciones espaciales del efecto de los aerosoles sobre el brillo de las nubes.