El límite entre las enanas marrones y las estrellas no está claramente definido y los astrónomos utilizan varios criterios para distinguirlas. Un criterio común es el límite de masa para la fusión del hidrógeno, que es de aproximadamente 0,08 masas solares. Los objetos por debajo de esta masa generalmente se consideran enanas marrones, mientras que los objetos por encima se consideran estrellas.
Las enanas marrones pueden formarse del mismo modo que las estrellas, mediante el colapso de una nube de gas y polvo. Sin embargo, no acumulan suficiente masa para alcanzar la temperatura y presión críticas necesarias para que la fusión del hidrógeno se encienda en sus núcleos. En cambio, se enfrían y se desvanecen con el tiempo, y eventualmente pueden convertirse en enanas negras.
Las enanas marrones son de interés para los astrónomos porque proporcionan información sobre la formación y evolución de estrellas y planetas. También nos ayudan a comprender la diversidad de objetos que existen en el universo.