Así es como el polvo de asteroide ayudó a demostrar que los ingredientes crudos de la vida pueden evolucionar en el espacio exterior:
Análogo de condrita carbonosa:El asteroide Bennu, que visitó OSIRIS-REx, está clasificado como una condrita carbonosa, un tipo primitivo de asteroide conocido por contener abundante materia orgánica. Al analizar el polvo recolectado de Bennu, los científicos pudieron estudiar una muestra que se parecía mucho a la composición del Sistema Solar primitivo.
Detección de nucleobases:La misión OSIRIS-REx detectó la presencia de nucleobases, que son componentes esenciales del ARN y el ADN, las moléculas responsables de almacenar y transmitir información genética en todas las formas de vida conocidas. La identificación de nucleobases en el polvo de asteroides sugiere que estas moléculas prebióticas pueden formarse y sobrevivir en las duras condiciones del espacio exterior.
Precursores de aminoácidos:los aminoácidos son otro componente crucial para la vida, y la misión encontró evidencia de sus precursores en el polvo de Bennu. Estos precursores pueden sufrir reacciones químicas para formar aminoácidos, lo que demuestra que las materias primas para la síntesis de proteínas pueden haber existido en el Sistema Solar primitivo.
Alteración hidrotermal:la presencia de minerales específicos y materiales alterados en la muestra de polvo indicó que Bennu había sufrido procesos de alteración acuosa, que probablemente involucraban la circulación de agua caliente. Ambientes similares a estos sistemas hidrotermales en Bennu podrían haber proporcionado condiciones adecuadas para la química prebiótica.
Preservación en asteroides:La estabilidad y preservación de la materia orgánica en el polvo de Bennu sugiere que los asteroides pueden servir como portadores de estos ingredientes crudos durante largos períodos. A medida que los asteroides o meteoritos impactan en cuerpos celestes como la Tierra, podrían introducir estas moléculas orgánicas complejas y contribuir al inventario primordial del planeta de los componentes básicos de la vida.
Los hallazgos de la misión OSIRIS-REx han ampliado así nuestra comprensión de la distribución y los posibles orígenes de las moléculas prebióticas en el Sistema Solar. Al demostrar que el polvo de asteroide contiene componentes esenciales para la vida y evidencia de procesos químicos relevantes para el origen de la vida, la misión respalda la hipótesis de que los ingredientes crudos de la vida pueden evolucionar en el espacio exterior y potencialmente conducir al surgimiento de vida en la Tierra y más allá.