En realidad, la mayoría de los sistemas planetarios, incluido nuestro propio sistema solar, exhiben órbitas relativamente estables y predecibles. Las leyes de la física, regidas principalmente por la gravedad, dictan la trayectoria de los cuerpos celestes durante largos períodos. Si bien pueden ocurrir irregularidades y disturbios, el caos extremo descrito en la serie sería estadísticamente improbable.
Los astrónomos han estudiado numerosos sistemas exoplanetarios (planetas fuera de nuestro sistema solar) y observaron una variedad de configuraciones orbitales. Algunos exoplanetas exhiben órbitas excéntricas o pueden ser parte de sistemas multiestelares, lo que lleva a dinámicas complejas. Sin embargo, la disposición exacta descrita en "El problema de los tres cuerpos" sigue siendo altamente especulativa y requeriría circunstancias extraordinarias e improbables para manifestarse en la naturaleza.
Es fundamental diferenciar entre posibilidad científica y licencia creativa en las obras de ficción. Si bien algunos conceptos de ciencia ficción tienen sus raíces en ideas científicas reales, a menudo amplifican o manipulan estos conceptos con fines narrativos. "El problema de los tres cuerpos" muestra las posibilidades de una intrincada mecánica celeste, pero no debe interpretarse como una representación totalmente precisa de nuestra comprensión de las órbitas planetarias.