La Luna puede ser un lugar valioso para detectar este exceso de antiprotones porque está protegida de la atmósfera terrestre, que puede interferir con la medición de los rayos cósmicos. Al colocar un detector en la Luna, los científicos pueden medir el flujo de rayos cósmicos y buscar un exceso de antiprotones que podría indicar la desintegración de los protones.
Se han realizado varios experimentos para buscar la desintegración de protones en la Luna. El primero de estos experimentos fue el Experimento de desintegración de protones (PDE) en las misiones Apolo 15 y Apolo 16 en la década de 1970. La PDE detectó una pequeña cantidad de antiprotones, pero no estaba claro si estos antiprotones fueron producidos por desintegración de protones u otros procesos. También se han realizado experimentos posteriores, como el espectrómetro de antiprotones de rayos cósmicos (CRAS) del Lunar Reconnaissance Orbiter, pero aún no han proporcionado pruebas concluyentes de la desintegración de protones.
La búsqueda de la desintegración de protones es un área importante de investigación en física de partículas y tiene implicaciones para nuestra comprensión de las leyes fundamentales de la naturaleza. Si los protones se desintegran, significaría que el protón no es una partícula verdaderamente estable y que la materia no es tan permanente como pensábamos. La búsqueda de la desintegración de protones en la Luna es una parte crucial de esta investigación, y es posible que la respuesta a la pregunta de si la desintegración de protones pueda eventualmente encontrarse en la superficie lunar.