- Curva de rotación: Al medir la velocidad a la que las estrellas y el gas giran alrededor del centro de la Vía Láctea, los astrónomos pueden utilizar los principios del movimiento circular para estimar la masa dentro de un radio determinado.
- Lentes gravitacionales: La fuerza gravitacional de la Vía Láctea puede distorsionar la luz de galaxias distantes, provocando un fenómeno conocido como lentes gravitacionales. Al estudiar estas distorsiones, los astrónomos pueden inferir la masa de la materia interpuesta, incluida la Vía Láctea.
- Modelado dinámico: Los astrónomos construyen modelos detallados de la estructura y dinámica de la Vía Láctea, incluida la distribución y el movimiento de las estrellas y el gas. Simulando el comportamiento de la galaxia a lo largo del tiempo, pueden estimar su masa total.
Combinando estos métodos e incorporando varias suposiciones, los astrónomos estiman que la masa de la Vía Láctea está en el rango de 1 a 2 billones de masas solares. Una masa solar equivale a la masa de nuestro Sol. Esto significa que la Vía Láctea contiene varios cientos de miles de millones de estrellas, así como enormes cantidades de gas y materia oscura.
La masa de la Vía Láctea está dominada por la materia oscura, una misteriosa forma de materia que no emite ni refleja ninguna radiación electromagnética. Se cree que la materia oscura comprende aproximadamente entre el 85% y el 90% de la masa total de la galaxia, y el 10% al 15% restante consiste en materia visible como estrellas, gas y polvo.
La masa precisa de la Vía Láctea sigue siendo un área activa de investigación, y los astrónomos continúan refinando sus estimaciones a medida que hay más datos disponibles y su comprensión de la galaxia se profundiza.