La definición de la IAU establece que un planeta debe cumplir tres criterios:
- Debe orbitar alrededor del Sol.
- Debe ser esférico, o casi.
- Debe ser lo suficientemente grande como para despejar gravitacionalmente el vecindario alrededor de su órbita, también conocido como despejar la vecindad.
Plutón cumple los dos primeros criterios, pero no el tercero. Su tamaño relativamente pequeño y su órbita elíptica significan que no ha despejado su vecindad de otros objetos, como los cuerpos helados del cinturón de Kuiper.
La decisión de reclasificar a Plutón como planeta enano fue controvertida entre algunos científicos y miembros del público que creían que Plutón debería conservar su condición de planeta. Sin embargo, la nueva definición era necesaria para proporcionar un sistema de clasificación claro y consistente para todos los objetos de nuestro sistema solar, y ha sido ampliamente aceptada por la comunidad científica.