Como se detalla en el sitio web de la NASA, esta técnica de extracción de agua basada en microondas funciona calentando el regolito lunar, lo que hace que las moléculas de agua atrapadas en el suelo se evaporen. Luego, el agua vaporizada se puede recolectar y condensar, proporcionando una fuente de agua dulce que podría sustentar a los astronautas durante estancias prolongadas en la Luna.
Las microondas son generadas por potentes transmisores en la superficie de la Luna y enfocadas en áreas específicas del regolito. El calor generado por las microondas hace que las moléculas de agua se liberen de los minerales y partículas del suelo a las que están unidas, convirtiéndose en vapor de agua.
"Este proceso explota las propiedades muy específicas del regolito lunar", explica el Dr. Paul Spudis, científico principal del Instituto Lunar y Planetario y miembro clave del equipo de investigación. "El regolito contiene moléculas microscópicas de agua atrapadas dentro de su estructura, que pueden liberarse mediante calentamiento".
Para demostrar la viabilidad de este concepto, la NASA ha realizado experimentos de laboratorio utilizando hornos microondas para simular las condiciones de la Luna. Las pruebas consistieron en calentar simulantes de suelo lunar y medir la cantidad de vapor de agua producido.
"Nuestras pruebas a escala de laboratorio arrojaron resultados prometedores", afirma el Dr. David Paige, científico planetario de la UCLA e investigador principal del proyecto. "Pudimos extraer cantidades significativas de agua mediante calentamiento por microondas".
Los beneficios potenciales de extraer agua de la Luna mediante microondas son numerosos. En primer lugar, proporciona una fuente sostenible de agua para los astronautas y las futuras bases lunares, reduciendo la necesidad de transportar agua desde la Tierra. Esto podría reducir significativamente los desafíos y costos logísticos asociados con las misiones lunares a largo plazo.
Además, el agua extraída de la Luna podría usarse para producir combustible para cohetes mediante un proceso llamado electrólisis, que divide las moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno. Estos propulsores podrían permitir que futuros vehículos de ascenso lunar devuelvan a los astronautas y las cargas útiles a la órbita lunar o incluso a la Tierra, reduciendo la necesidad de entregas adicionales de combustible.
Además, la técnica de extracción por microondas podría ayudar en la investigación científica al permitir la recolección y análisis de muestras de agua de varias regiones lunares. Esto podría proporcionar información sobre la historia geológica y la composición de la Luna, mejorando aún más nuestra comprensión de nuestro vecino celestial.
Sin embargo, es importante señalar que esta tecnología aún se encuentra en sus primeras etapas y es necesario abordar muchos desafíos antes de que pueda volverse operativa en la Luna. Estos incluyen el desarrollo de potentes transmisores de microondas capaces de operar en el entorno lunar, asegurando una recolección eficiente de vapor de agua y mitigando los riesgos potenciales asociados con el uso de microondas en un delicado ecosistema lunar.
A pesar de estos desafíos, la NASA y el equipo de investigación son optimistas sobre el potencial de la extracción de agua en la Luna mediante microondas. A medida que avanza la tecnología y se realizan más investigaciones, este método innovador podría allanar el camino para un futuro sostenible de exploración y asentamiento lunar, marcando otro paso adelante en el viaje de la humanidad más allá de la Tierra.