El impacto se produjo en una zona remota de Rusia, cerca de la localidad de Chelyabinsk. El asteroide viajaba a una velocidad estimada de 30.000 kilómetros por hora cuando chocó contra la atmósfera y provocó una explosión equivalente a 500 kilotones de TNT. La onda expansiva de la explosión rompió ventanas y dañó edificios de la zona y causó heridas a más de 1.500 personas.
Las nuevas imágenes del lugar del impacto muestran un gran cráter de varios kilómetros de ancho y que ha dejado una cantidad significativa de escombros en el área. Los científicos todavía están trabajando para determinar el alcance total del daño y también están estudiando la composición del asteroide para comprender mejor su origen.
El impacto es un recordatorio de los peligros potenciales de los asteroides y cometas, y de la importancia de estar preparados para tales eventos. Actualmente, los científicos están trabajando para desarrollar nuevas tecnologías que nos permitan detectar asteroides y cometas antes de que choquen con la Tierra y desviarlos si es necesario.