Se cree que las primeras estrellas se formaron durante la era del amanecer cósmico, aproximadamente entre 100 y 300 millones de años después del Big Bang. Detectar estas primeras estrellas es un gran desafío debido a su debilidad y a las inmensas distancias que implican.
El récord actual de galaxia más distante y antigua observada es GN-z11, descubierta por el Telescopio Espacial Hubble en 2016. Las observaciones del JWST confirmaron la distancia extrema de GN-z11, pero aún es demasiado joven para albergar las primeras estrellas.
Las capacidades infrarrojas del JWST le permiten explorar más profundamente el universo temprano, y futuras observaciones y análisis de datos pueden revelar galaxias aún más distantes y arrojar luz sobre la formación de las primeras estrellas. Sin embargo, es importante señalar que identificar definitivamente las primeras estrellas puede requerir observaciones adicionales, avances en la tecnología y una mayor comprensión del universo primitivo.
Sin embargo, JWST continúa ampliando los límites de la astronomía observacional y está transformando nuestra comprensión del cosmos, incluido el pasado distante.