1. Órbitas estelares:Las observaciones de estrellas que orbitan alrededor de Sgr A* han revelado algunas irregularidades y desviaciones de lo que se esperaría de un único agujero negro masivo. Las trayectorias de algunas estrellas, como la famosa estrella S2, sugieren la influencia gravitacional de otro objeto compacto.
2. Disco de acreción de gas:El análisis del disco de acreción de gas alrededor de Sgr A* muestra ciertas características que pueden indicar la presencia de un sistema binario de agujeros negros. Las asimetrías y distorsiones observadas en la estructura del disco podrían explicarse por las perturbaciones gravitacionales causadas por un agujero negro compañero.
3. Chorros y flujos de radio:Las observaciones han detectado chorros y flujos de radio que emanan de la región central de la Vía Láctea. Estos chorros y flujos de salida se asocian comúnmente con la presencia de un agujero negro supermasivo activo. Sin embargo, las características de estos flujos de salida y su variabilidad podrían ser consistentes con un escenario de agujero negro binario.
4. Canales de formación de agujeros negros binarios:Los modelos teóricos y las simulaciones sugieren varios mecanismos a través de los cuales se pueden formar agujeros negros binarios en los núcleos galácticos. Estos incluyen la captura de un agujero negro estelar por el agujero negro de la Vía Láctea, la fusión de dos agujeros negros o la evolución dinámica de un sistema triple de agujeros negros.
A pesar de estas sugerentes observaciones y predicciones teóricas, es crucial señalar que la confirmación definitiva de un agujero negro compañero de Sgr A* requiere más evidencia observacional. Observaciones adicionales de alta resolución y análisis de datos, particularmente con instrumentos e instalaciones de próxima generación, ayudarán a aclarar la naturaleza del agujero negro central de la Vía Láctea y potencialmente revelar la existencia de un compañero.