Que la galaxia de Andrómeda y la Vía Láctea se fusionen o no depende en última instancia de sus movimientos y distancias relativas. Si bien es cierto que Andrómeda se está moviendo hacia la Vía Láctea, las trayectorias exactas, incluidas las posibles interacciones gravitacionales con galaxias vecinas y la expansión del universo, pueden influir en el resultado final. La comprensión científica actual ha llevado a diferentes escenarios y posibilidades, pero aún no proporciona una respuesta definitiva.