Ningún piloto volaría intencionalmente un avión directamente hacia un huracán. Volar hacia un huracán en un avión sería extremadamente peligroso y pondría en peligro la vida. Los huracanes pueden causar daños importantes a las aeronaves con fuertes vientos, fuertes lluvias y visibilidad reducida. También existe el riesgo de encontrar condiciones climáticas severas, como granizo, relámpagos e incluso tornados. Sería prácticamente imposible controlar un avión en condiciones tan peligrosas y los resultados serían catastróficos.