Tres físicos han analizado de nuevo las circunstancias que rodearon al misterioso meteorito Chinguetti y han desarrollado un medio para confirmar si existe o no. En su artículo publicado en arXiv El servidor de preimpresión, Robert Warren, Stephen Warren y Ekaterini Protopapa sugieren que sólo hay unos pocos lugares posibles donde podría estar el meteorito y, por lo tanto, un estudio basado en magnetómetros sobre la región podría resolver el misterio.
En 1916, Gaston Ripert, funcionario del consulado francés, informó a sus colegas que había encontrado lo que describió como una "colina de hierro" en una parte del desierto del Sahara, aproximadamente a 45 kilómetros de Chinguetti, Mauritania, en el noroeste de África. Trajo lo que, según él, era prueba de su existencia:un trozo de piedra que, según afirmaba, había cincelado en su superficie. Los científicos sugirieron que la única explicación posible para la existencia de un objeto así en el desierto era el impacto de un meteorito.
Desde entonces, muchos científicos han estudiado el relato de Ripert y han examinado la zona donde afirmó haber visto la colina de hierro, pero hasta la fecha no se ha encontrado ninguna evidencia. En este nuevo esfuerzo, los investigadores analizaron de nuevo la evidencia existente y realizaron sus propias investigaciones para resolver el misterio.
Después de estudiar los resultados de trabajos anteriores, los investigadores sugieren que existen buenos argumentos tanto a favor como en contra de su existencia. Señalan que en su descripción de la colina de hierro, Ripert observó lo que describió como agujas metálicas; no fue hasta 2003 que los científicos descubrieron que tales agujas metálicas a veces se encuentran en meteoritos que contienen abundante níquel. Además, parecía posible que cualquier cráter producido por el impacto quedara cubierto de arena. También señalan que parece que muchas búsquedas anteriores se realizaron en el área equivocada.
Los investigadores afirman que, si tal meteorito existiera, tendría que estar cubierto por una duna de al menos 40 metros de altura. Al estudiar los modelos de elevación digitales, determinaron que había dos áreas probables en las que podría existir un meteorito de este tipo en la región. Y eso, concluyen, significa que un simple estudio de las dos áreas basado en un magnetómetro podría resolver el misterio.
Más información: Robert Warren et al, Nueva evidencia sobre el meteorito gigante perdido Chinguetti, arXiv (2024). DOI:10.48550/arxiv.2402.14150
Información de la revista: arXiv
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