SpaceX de Elon Musk anunció el miércoles que consideraba el 14 de marzo como la fecha más temprana para el próximo lanzamiento de prueba de su cohete gigante Starship, con el que espera algún día colonizar Marte.
Dos intentos anteriores terminaron en explosiones espectaculares, aunque la compañía adoptó un enfoque rápido de prueba y error para acelerar el desarrollo.
"La tercera prueba de vuelo de Starship podría lanzarse el 14 de marzo, pendiente de la aprobación regulatoria", publicó SpaceX en X, la plataforma de redes sociales también propiedad de Musk.
Un comunicado en su sitio web decía que el cohete, que se lanzará desde Boca Chica, Texas, aterrizaría en el Océano Índico.
Los planes de la NASA para devolver a los astronautas estadounidenses a la luna en 2026 dependen de que una versión modificada de Starship esté certificada y lista para su uso como módulo de aterrizaje.
Cuando se combinan las dos etapas de Starship, el cohete mide 397 pies (121 metros) de altura, superando a la Estatua de la Libertad por unos cómodos 90 pies.
Su Super Heavy Booster produce 16,7 millones de libras (74,3 meganewtons) de empuje, casi el doble que el segundo cohete más potente del mundo, el Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la NASA, aunque este último ya está en pleno funcionamiento.
SpaceX se vio obligado a hacer estallar Starship durante su primer vuelo de prueba cuatro minutos después del lanzamiento en abril de 2023, porque las dos etapas no lograron separarse.
El cohete se desintegró en una bola de fuego y se estrelló en el Golfo de México, enviando una nube de polvo sobre un pueblo a varias millas (kilómetros) de distancia.
La segunda prueba, realizada en noviembre de 2023, tuvo mejores resultados:el propulsor se separó de la nave espacial, pero ambos explotaron sobre el océano.
La Administración Federal de Aviación cerró una investigación sobre el incidente el mes pasado después de identificar 17 acciones correctivas que SpaceX debería tomar antes de poder recibir su próxima luz verde.
La estrategia de "desarrollo iterativo rápido" de SpaceX ha dado sus frutos a la compañía en el pasado y la NASA y el sector privado han llegado a confiar en gran medida en sus otros cohetes.
Pero el tiempo corre para que Starship esté listo para las misiones lunares de la NASA, y Estados Unidos corre el riesgo de quedarse atrás de su rival China, que apunta a llevar humanos allí en 2030.
SpaceX no solo necesita demostrar que puede lanzar, volar y aterrizar Starship de forma segura. Con el tiempo, también tendrá que demostrar que puede enviar múltiples "Starship cisterna" a órbita para repostar, a temperaturas sobreenfriadas, una Starship principal que se mantiene en órbita terrestre para su posterior viaje a la luna.
© 2024 AFP