Diagrama conceptual de esta investigación. Los investigadores calcularon las trayectorias típicas de los cometas de órbita larga (azul) perturbados por un objeto de tamaño gigante gaseoso (blanco) y objetos de origen interestelar (rojo). Crédito:NAOJ
Los astrónomos del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) han analizado las trayectorias de dos objetos que salen del Sistema Solar para siempre y han determinado que lo más probable es que también se hayan originado fuera del Sistema Solar. Estos resultados mejoran nuestra comprensión del Sistema Solar exterior y más allá.
No todos los cometas siguen órbitas cerradas alrededor del Sol. Algunos vuelan a través del Sistema Solar a gran velocidad antes de dirigirse al espacio interestelar, para nunca volver. Aunque es sencillo calcular hacia dónde se dirigen estos cometas, determinar de dónde vienen es más difícil.
Hay dos escenarios posibles. En el primer escenario, un cometa se encuentra originalmente en una órbita estable lejos del Sol, pero las interacciones gravitacionales con un objeto que pasa sacan al cometa de su órbita. El cometa luego cae en el interior del Sistema Solar, donde se puede observar antes de ser arrojado al espacio interestelar. En el segundo escenario, un cometa se origina en algún lugar muy lejano, quizás un sistema planetario diferente, y mientras vuela por el espacio interestelar, por casualidad pasa por el Sistema Solar una vez antes de continuar su camino.
Arika Higuchi y Eiichiro Kokubo de NAOJ calcularon los tipos de trayectorias que normalmente se esperarían en cada escenario. Luego, el equipo comparó sus cálculos con las observaciones de dos objetos salientes inusuales, 1I / 'Oumuamua descubierto en 2017 y 2I / Borisov descubierto en 2019. Descubrieron que el escenario de origen interestelar proporciona la mejor coincidencia para las rutas de ambos objetos.
El equipo también demostró que es posible que los cuerpos gigantes de gas que pasan cerca del Sistema Solar desestabilicen los cometas de órbita larga y los pongan en caminos similares a los caminos de estos dos objetos. Las observaciones de la encuesta no han descubierto ningún cuerpo del tamaño de un gigante gaseoso que pueda vincularse a estos dos objetos salientes, pero un estudio más a fondo, tanto teórico como observacional, de pequeños objetos interestelares es necesario para determinar mejor el origen de estos objetos.
Estos resultados aparecieron en línea como "Órbitas hiperbólicas en el sistema solar:¿origen interestelar o cometas perturbados de la nube de Oort?" en el Avisos mensuales de la Royal Astronomical Society el 11 de noviembre 2019 y se imprimirá en la edición de febrero de 2020.