Un punto cuántico es una región aislada de material semiconductor que es muy pequeña, normalmente de sólo unos pocos nanómetros de diámetro. Cuando un punto cuántico se mira en un espejo, ve un reflejo de sí mismo. Sin embargo, el reflejo de un punto cuántico no es una simple copia del original. El reflejo es una imagen reflejada del original, lo que significa que los lados izquierdo y derecho se intercambian. Esto se debe a que los puntos cuánticos no están formados por átomos como los objetos ordinarios. En cambio, están formados por electrones y huecos, que son partículas subatómicas. Los electrones y los agujeros sólo pueden moverse de determinadas maneras, y esto significa que el reflejo de un punto cuántico es siempre una imagen especular.
La imagen especular de un punto cuántico es una propiedad muy importante. Es lo que hace que los puntos cuánticos sean tan útiles para determinadas aplicaciones, como en láseres y células solares. En un láser, la reflexión de un punto cuántico ayuda a crear un haz de luz muy estrecho. En una célula solar, el reflejo de un punto cuántico ayuda a absorber más luz solar, lo que hace que la célula solar sea más eficiente.