Los nanotubos son pequeños cilindros de átomos de carbono que tienen una amplia gama de aplicaciones potenciales, incluso en electrónica, almacenamiento de energía y dispositivos médicos. Se pueden formar de diversas formas, pero uno de los métodos más comunes es la deposición química de vapor (CVD).
En CVD, un gas hidrocarbonado como el metano se calienta a una temperatura alta en presencia de un catalizador, lo que hace que el gas se descomponga y forme átomos de carbono. Luego, estos átomos se condensan sobre un sustrato, formando nanotubos.
El siguiente vídeo muestra el proceso de CVD en acción. El vídeo fue tomado utilizando un microscopio electrónico de barrido (SEM), que permite la visualización de objetos a escalas muy pequeñas.
Vídeo: [Cómo se forman los nanotubos](https://www.youtube.com/watch?v=j2f_Q05x_0k)
El vídeo comienza con una vista en primer plano del sustrato, que es una oblea de silicio. La oblea se calienta a una temperatura de unos 800 grados centígrados.
Luego se introduce gas metano en la cámara. Las moléculas de gas se descomponen y forman átomos de carbono, que se condensan sobre el sustrato.
Los átomos de carbono se forman en pequeños grupos, que luego crecen hasta convertirse en nanotubos. Los nanotubos crecen en longitud y anchura hasta alcanzar un cierto tamaño, momento en el que dejan de crecer.
El vídeo termina con una vista de cerca de los nanotubos. Los nanotubos tienen unos 100 nanómetros de diámetro, unas 1.000 veces más pequeños que el ancho de un cabello humano.
Los nanotubos tienen una amplia gama de aplicaciones potenciales, incluso en electrónica, almacenamiento de energía y dispositivos médicos. Sus propiedades únicas los hacen ideales para estas aplicaciones y se espera que desempeñen un papel cada vez más importante en la tecnología en los próximos años.