Los países más ricos no son necesariamente los más inteligentes. Si bien existe una correlación entre la riqueza y algunas medidas de inteligencia, como el nivel educativo y las puntuaciones de coeficiente intelectual, hay muchos factores que contribuyen a la riqueza y la inteligencia de un país. Algunos países pueden ser ricos debido a sus recursos naturales o su historia, mientras que otros pueden ser inteligentes debido a su cultura o su sistema educativo. También hay algunos países que son a la vez ricos e inteligentes, como Suiza y Japón. Sin embargo, es importante recordar que riqueza e inteligencia no son lo mismo y que hay muchos otros factores que pueden contribuir al éxito de un país.