La resonancia magnética (MRI) es una poderosa técnica de imágenes médicas que utiliza campos magnéticos y ondas de radio para crear imágenes detalladas del interior del cuerpo. Sin embargo, la capacidad de la resonancia magnética para distinguir entre diferentes tejidos y órganos puede ser limitada.
Para superar esta limitación, los investigadores han desarrollado un nuevo tipo de agente de contraste para resonancia magnética que utiliza microimanes. Los microimanes son pequeños imanes que pueden inyectarse en el cuerpo o fijarse a la superficie de órganos o tejidos. Cuando se exponen a un campo magnético, los microimanes pueden cambiar las propiedades magnéticas del tejido circundante, haciéndolo más visible en las imágenes de resonancia magnética.
En un estudio reciente, investigadores del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) desarrollaron un nuevo tipo de microimán hecho de una combinación de hierro y cobalto. Estos microimanes son coloridos, lo que significa que pueden usarse para crear imágenes que sean más atractivas visualmente y más fáciles de interpretar.
Los investigadores probaron los nuevos microimanes en diversos experimentos de resonancia magnética. Descubrieron que los microimanes podían mejorar significativamente la visibilidad de diferentes tejidos y órganos, incluidos el corazón, el hígado y los riñones. Los investigadores también descubrieron que los microimanes eran seguros para su uso en humanos y animales.
Los nuevos microimanes tienen el potencial de revolucionar la resonancia magnética al convertirla en una técnica de imagen más potente y versátil. Podrían usarse para diagnosticar enfermedades antes, rastrear la progresión de las enfermedades a lo largo del tiempo y desarrollar nuevos tratamientos para una variedad de afecciones.