Aquí hay algunos conceptos erróneos asociados con el crujido de nudillos:
1. Artritis:Hacer crujir los nudillos no causa directamente artritis ni provoca degeneración de las articulaciones. Si bien algunos estudios sugieren una posible correlación entre el crujido habitual de los nudillos y la disminución de la fuerza de agarre, los resultados no son concluyentes y no establecen una relación causal.
2. Daño a las articulaciones:No existe evidencia sustancial de que el crujido ocasional de los nudillos cause daño a los huesos, cartílagos o ligamentos de la articulación. El sonido del estallido proviene de la liberación de burbujas de nitrógeno del líquido sinovial y no hay indicios de daño estructural por esta actividad.
3. Estiramiento de ligamentos:si bien crujir los nudillos puede causar un ligero estiramiento de los ligamentos que rodean la articulación, generalmente no es suficiente para causar problemas o inestabilidad a largo plazo.
4. Debilidad o inestabilidad:Hacer crujir los nudillos no debilita las articulaciones ni las hace más propensas a dislocarse. Es un fenómeno benigno que no compromete la estabilidad articular.
5. Adicción:Si bien algunas personas encuentran satisfactorio o incluso adictivo el hábito de hacer crujir los nudillos, no hay evidencia que sugiera una dependencia psicológica o consecuencias dañinas relacionadas con este hábito.
Es importante tener en cuenta que se debe evitar el crujido excesivo o contundente de las articulaciones, especialmente si causa dolor, malestar o inflamación, ya que puede indicar un problema subyacente que requiere atención médica.
En conclusión, si bien no hay evidencia comprobada de daño permanente causado por el crujido de los nudillos, sigue siendo una buena práctica evitar el crujido excesivo o contundente, especialmente si provoca dolor o malestar.