La formación de esta capa límite se debe a las interacciones moleculares entre la pasta o gel y la superficie. Las fuerzas adhesivas entre el material y la superficie crean una unión fuerte que evita que el material moje completamente la superficie. Esto da como resultado una fina capa de aire o líquido atrapada entre el material y la superficie, que actúa como lubricante.
El espesor de la capa límite y la cantidad de lubricación que proporciona dependen de varios factores, incluida la viscosidad de la pasta o gel, la rugosidad de la superficie y la presión aplicada. Cuanto más viscoso sea el material, más gruesa será la capa límite y más lubricación proporcionará. De manera similar, cuanto más lisa sea la superficie, más delgada será la capa límite y menos lubricación proporcionará. La presión aplicada también puede afectar el espesor de la capa límite, ya que una presión más alta produce una capa límite más delgada y menos lubricación.
La lubricación límite se usa comúnmente en diversas aplicaciones, como lubricar cojinetes, engranajes y otros componentes mecánicos. Al reducir la fricción y el desgaste, la lubricación límite ayuda a prolongar la vida útil de los componentes mecánicos y mejorar su rendimiento.