Los investigadores colocan electrodos en nanocintas de grafeno atómicamente precisas
Los investigadores de Empa y sus colaboradores internacionales han unido con éxito electrodos de nanotubos de carbono a nanocintas individuales atómicamente precisas. Crédito:Empa
Las nanocintas de grafeno tienen propiedades excepcionales que pueden controlarse con precisión. Investigadores de Empa y ETH Zurich, en colaboración con socios de la Universidad de Pekín, la Universidad de Warwick y el Instituto Max Planck para la Investigación de Polímeros, han logrado unir electrodos a nanocintas individuales atómicamente precisas, allanando el camino para una caracterización precisa de las fascinantes cintas y su posible uso en tecnología cuántica.
La tecnología cuántica es prometedora, pero también desconcertante. En las próximas décadas, se espera que nos proporcione diversos avances tecnológicos:sensores más pequeños y precisos, redes de comunicación altamente seguras y potentes computadoras que pueden ayudar a desarrollar nuevos medicamentos y materiales, controlar los mercados financieros y predecir el clima mucho más rápido que antes. La tecnología informática actual jamás podría hacerlo.
Para lograrlo, necesitamos los llamados materiales cuánticos:sustancias que exhiban efectos físicos cuánticos pronunciados. Uno de esos materiales es el grafeno. Esta forma estructural bidimensional de carbono tiene propiedades físicas inusuales, como una resistencia a la tracción y una conductividad térmica y eléctrica extraordinariamente altas, así como ciertos efectos cuánticos. Restringir aún más el material, que ya es bidimensional, dándole, por ejemplo, una forma de cinta, da lugar a una serie de efectos cuánticos controlables.
Esto es precisamente lo que el equipo de Mickael Perrin aprovecha en su trabajo. Desde hace varios años, los científicos del laboratorio Transport at Nanoscale Interfaces de Empa, dirigidos por Michel Calame, llevan a cabo investigaciones sobre nanocintas de grafeno bajo la dirección de Perrin. "Las nanocintas de grafeno son incluso más fascinantes que el propio grafeno", explica Perrin. "Al variar su longitud y ancho, así como la forma de sus bordes, y al agregarles otros átomos, se les puede otorgar todo tipo de propiedades eléctricas, magnéticas y ópticas".