Los modelos esquemáticos y las imágenes de microscopio electrónico muestran arquitecturas definidas que consisten en proteínas (verde en el modelo) y nanopartículas de oro. Crédito:Stefan Schiller
Los investigadores de Friburgo, el Dr. Andreas Schreiber y el Dr. Matthias Huber, el jefe de su grupo de investigación, el Dr. Stefan Schiller, y sus colegas de la Universidad de Constanza han desarrollado el concepto de ensamblaje de nanoobjetos basado en adaptadores de proteínas (PABNOA). PABNOA hace posible ensamblar nanopartículas de oro en varias estructuras con la ayuda de proteínas en forma de anillo mientras se define la distancia precisa entre estas partículas. Esto abre la posibilidad de producir materiales de base biológica con nuevas propiedades ópticas y plasmónicas. El campo de la nanoplásmica se centra en minúsculas ondas electromagnéticas que emiten las partículas metálicas cuando interactúan con la luz. El principio detrás de la producción de estos materiales también podría aplicarse para desarrollar nanosistemas que conviertan la luz en energía eléctrica, así como materiales biológicos con nuevas propiedades magnéticas. El equipo publicó sus hallazgos en la revista. Comunicaciones de la naturaleza .
El equipo de Schiller está utilizando proteínas hechas a medida como bloques de construcción para ensamblar nanosistemas con nuevos elementos físicos, químico, y propiedades biológicas. La producción sostenible y que conserva los recursos de estas proteínas ocurre en procesos como la energía natural y el ciclo material de las células. Para tal fin, el equipo está trabajando para equipar a las bacterias con elementos adicionales, como enzimas, transportadores, interruptores y orgánulos, los órganos de la célula. En el futuro, los científicos esperan que estos elementos amplíen la gama de funciones de la célula para permitir la producción sostenible de los nanosistemas deseados con un mínimo de recursos. El mismo principio también podría utilizarse para producir materias primas básicas para la industria química. "Métodos como este son indispensables para la transición exitosa de nuestra economía a una bioeconomía sostenible y resiliente, "dice Schiller.