- Retinopatía solar: Esta es una afección en la que la retina, el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo, resulta dañada por la radiación ultravioleta (UV) del sol. La retinopatía solar puede causar visión borrosa, manchas oscuras en la visión e incluso pérdida permanente de la visión.
- Quemaduras solares corneales: Esta es una afección en la que la córnea, la capa exterior transparente del ojo, resulta dañada por la radiación ultravioleta del sol. Las quemaduras solares en la córnea pueden causar dolor, enrojecimiento e hinchazón en el ojo. También puede hacer que sus ojos sean más sensibles a la luz y hacer que su visión se vuelva borrosa.
- Cataratas: Las cataratas son una afección en la que el cristalino del ojo se vuelve turbio. Esto puede hacer que su visión se vuelva borrosa, lechosa o amarillenta. Las cataratas pueden ser causadas por una variedad de factores, incluido el envejecimiento, el tabaquismo y la exposición a la radiación ultravioleta del sol. Mirar directamente un eclipse puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas.
Es importante tener en cuenta que el daño a los ojos al mirar un eclipse puede ocurrir incluso si solo se expone a la radiación ultravioleta del sol durante unos segundos. Por eso es importante usar gafas protectoras siempre que mires un eclipse, incluso si es sólo parcial.
En la mayoría de las ferreterías y tiendas de artículos deportivos se pueden adquirir gafas protectoras diseñadas específicamente para proteger los ojos de la radiación ultravioleta del sol. Es importante asegurarse de que los anteojos que compre estén aprobados por ANSI. Esto significa que las gafas han sido probadas y cumplen con los estándares de protección ocular del Instituto Nacional Estadounidense de Estándares.