Fabricación: La fabricación de paneles solares requiere el uso de materiales peligrosos, como el cadmio y el plomo. Además, la extracción de materias primas para paneles solares puede tener impactos ambientales negativos, como la deforestación y la contaminación del agua.
Construcción: La construcción de parques solares puede provocar la pérdida y fragmentación del hábitat, así como la erosión del suelo. Además, la construcción de parques solares puede requerir el uso de maquinaria pesada, lo que puede producir contaminación del aire y ruido.
Mantenimiento: El mantenimiento de parques solares también puede tener impactos ambientales negativos. Por ejemplo, la limpieza de paneles solares puede requerir el uso de agua y productos químicos, que pueden contaminar las fuentes de agua. Además, la eliminación de paneles solares al final de su vida útil puede provocar la liberación de materiales peligrosos al medio ambiente.
En general, si bien la energía solar es una fuente de energía limpia y renovable, existen algunos impactos ambientales potenciales asociados con su fabricación, construcción y mantenimiento. Estos impactos deben considerarse cuidadosamente al ubicar y construir parques solares.