1) Cambio climático:California enfrenta condiciones climáticas cada vez más extremas debido al cambio climático, incluidas olas de calor prolongadas e incendios forestales. Estos eventos han ejercido una presión significativa sobre la red eléctrica del estado, lo que ha provocado un aumento de la demanda y posibles cortes.
2) Aumento de la demanda de energía:la población y la economía de California han estado creciendo rápidamente, lo que ha llevado a un aumento sustancial en la demanda de energía. La dependencia del estado de fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica, puede dificultar la satisfacción de esta demanda durante los períodos de consumo máximo o cuando las condiciones climáticas afectan la generación renovable.
3) Infraestructura envejecida:Gran parte de la infraestructura energética de California, incluidas las líneas eléctricas y los transformadores, está envejeciendo y necesita mejoras. Esta infraestructura no fue diseñada para manejar los niveles actuales de demanda y es más susceptible a fallas durante condiciones extremas.
4) Alto riesgo de incendio:California es propensa a sufrir incendios forestales, que pueden dañar o destruir líneas eléctricas y otras infraestructuras. El estado ha implementado cortes de energía por seguridad pública (PSPS) para cortar la energía de manera proactiva en áreas de alto riesgo para prevenir incendios forestales, pero estos también pueden interrumpir el suministro de energía para millones de personas.
Los expertos creen que el riesgo de apagones continuará en el futuro a medida que California se enfrente al cambio climático y otros desafíos. Sin embargo, se están realizando esfuerzos para abordar la situación, como invertir en infraestructura de red, promover la eficiencia energética y ampliar las fuentes de energía renovables para crear un sistema eléctrico más resiliente y confiable.