1) Magnitud e Intensidad:El terremoto tuvo una magnitud de 7,8, lo que lo convierte en uno de los terremotos más fuertes que ha azotado la región en la historia reciente. El epicentro se situó cerca de la ciudad de Gaziantep, en Turquía, y fue seguido por varias réplicas potentes. La intensidad del terremoto alcanzó los niveles IX a XI en la Escala de Intensidad de Mercalli Modificada (MMI) en algunas zonas, provocando una destrucción extrema.
2) Colapso de edificios:Muchos edificios en las regiones afectadas no fueron construidos para resistir un terremoto tan poderoso. La mala calidad de la construcción, la falta de cumplimiento de los códigos de construcción y las prácticas de construcción no autorizadas generalizadas provocaron el colapso de numerosos edificios residenciales, estructuras comerciales y monumentos históricos. El repentino e intenso temblor provocó que los edificios se derrumbaran, atrapando y matando a miles de personas bajo los escombros.
3) Densidad de población:Las zonas afectadas por el terremoto están densamente pobladas, y ciudades como Gaziantep y Alepo tienen millones de residentes. La alta concentración de personas significó que más personas estuvieron expuestas al impacto del terremoto, lo que provocó un mayor número de muertes.
4) Hora del día:El terremoto ocurrió en las primeras horas de la mañana (alrededor de las 4:17 a.m. hora local) cuando la mayoría de las personas dormían en sus casas. Este momento hizo que fuera más difícil para las personas reaccionar rápidamente y escapar, aumentando la probabilidad de víctimas.
5) Condiciones invernales:La región estaba experimentando un clima invernal en el momento del terremoto, con temperaturas gélidas y nevadas. Estas condiciones obstaculizaron los esfuerzos de rescate y dificultaron la supervivencia de las personas mientras esperaban ayuda.
6) Falta de infraestructura:El terremoto afectó áreas que ya tenían infraestructura limitada debido al conflicto en curso y al desplazamiento en Siria. La falta de carreteras, puentes e instalaciones sanitarias adecuadas dificultó la prestación de ayuda y atención médica oportunas a los afectados.
7) Servicios de emergencia abrumados:La magnitud del desastre abrumó a los servicios de emergencia locales tanto en Turquía como en Siria. La gran cantidad de edificios derrumbados y de víctimas pusieron a prueba la capacidad de los hospitales y los equipos de rescate, dificultando una respuesta eficaz y salvando a los supervivientes atrapados.
La combinación de estos factores resultó en una devastadora pérdida de vidas y creó una crisis humanitaria en la región.