La aceleración de un objeto es directamente proporcional a la fuerza neta que actúa sobre él e inversamente proporcional a su masa.
Matemáticamente, esto está representado por la ecuación:
f =m * a
dónde:
* f es la fuerza neta (medida en Newtons, n)
* m es la masa del objeto (medido en kilogramos, kg)
* a es la aceleración del objeto (medido en metros por segundo cuadrado, m/s²)
Puntos clave:
* proporcionalidad directa: Si la fuerza neta aumenta, la aceleración aumenta proporcionalmente, suponiendo que la masa permanezca constante.
* proporcionalidad inversa: Si la masa aumenta, la aceleración disminuye proporcionalmente, suponiendo que la fuerza neta permanezca constante.
Ejemplo:
Digamos que un objeto de 10 kg experimenta una fuerza neta de 20 N. utilizando la segunda ley de Newton:
a =f/m =20 n/10 kg =2 m/s²
Esto significa que el objeto se acelerará a 2 m/s² debido a la fuerza aplicada.