* Los organismos no son cables: A diferencia de los circuitos eléctricos, los órganos no dependen de fuentes de energía externas como baterías o generadores para impulsar el flujo de electrones.
* Bioelectricidad: El movimiento de los electrones en los organismos vivos es impulsado por una interacción compleja de reacciones químicas, principalmente dentro de las células. Esto se conoce como bioelectricidad.
* Gradientes electroquímicos: El movimiento de los electrones se ve facilitado por las diferencias en la carga eléctrica y la concentración química entre las membranas celulares. Estas diferencias son mantenidas por varios procesos celulares.
* Procesos celulares: Los procesos más importantes que impulsan el flujo de electrones en los órganos incluyen:
* bombas de iones: Estas proteínas transportan activamente iones (partículas cargadas) a través de las membranas celulares, creando gradientes eléctricos.
* Reacciones metabólicas: Las reacciones químicas dentro de las células liberan o consumen electrones, contribuyendo al flujo de carga.
* Impulsos nerviosos: Las células nerviosas usan señales eléctricas (potenciales de acción) para transmitir información en todo el cuerpo, involucrando movimientos rápidos de iones y electrones.
En resumen: La fuerza que mueve electrones en los órganos se genera internamente por los complejos procesos electroquímicos que ocurren dentro de las células. No es una fuerza externa como la que encontrarías en un circuito eléctrico típico.